¿Por qué creemos que hace falta la humanización en radiología ?
La medicina actual es la más eficaz y excelente de la historia gracias a los avances de la ciencia de los últimos 50 años. Estas cuotas de eficacia tienen su mejor indicador en la tasa de supervivencia actual de nuestra población. Superadas las infecciones en el siglo pasado; la tecnología y la ciencia en los últimos cincuenta años han permitido avanzar en otros grupos de enfermedades devastadoras para la humanidad como son el cáncer y las enfermedades cardio-vasculares.
Por otro lado el acceso masivo a los sistemas de salud ha contribuido a distribuir ese conocimiento a toda la población siendo también parte responsable de esas excelentes tasas de supervivencia por encima de la octava década de la vida.
La nueva revolución 4.0 que nos espera con la irrupción de la inteligencia artificial y la robótica en el campo de la salud hace necesario reequilibrar el sistema aportando excelencia en el cuidado de los aspectos psico-sociales del paciente y sus familiares sin olvidar el cuidado del propio profesional sanitario. El burnout alcanza al 50% de nuestros profesionales siendo este un gran enemigo de la humanización.
La radiología siempre ha sido parte de la medicina más innovadora aportando gran valor a la mayoría de las especialidades médicas. En nuestros servicios hemos visto nacer y crecer tecnología y hemos visto como el acceso universal y la demanda creciente de la imagen para el diagnóstico ha llegado a masificarlos.
En todo este recorrido hemos seguido aportando la calidez humana que nuestra vocación nos ha pedido pero hay que reconocer que la situación nos ha superado y que hay margen de mejora. Nuestros pacientes y sus familiares nos lo dicen, incluso nosotros mismos como profesionales hacemos esta reflexión.
Nuestra piel pide ahora aunar esfuerzos para alcanzar la excelencia en valores de humanización de igual manera que lo hemos hecho y seguiremos haciendo para alcanzar la excelencia técnica.
El reto de la inteligencia artificial es propicio para cuidar aquellos aspectos profesionales que nos hacen a día de hoy insustituibles por la tecnología como son: la compasión, la ética, el sentido común o la creatividad…etc.
Este camino requiere esfuerzo y recursos pero la recompensa de un sistema de salud sostenible , eficaz y de excelencia completa lo vale.